Prometiste cuidarme, ¿qué hice mal?

Cuando un perro se pierde o es abandonado, lo único que siente es confusión y miedo… no entiende lo que pasa y sólo desea reencontrarse de nuevo con su dueño. Tras tantos años de evolución, los hemos hecho tan dependientes del hombre que ahora no saben vivir sin nosotros.

El principal objetivo de ADEA es encontrar a los perros que tenemos en el refugio una familia que los acoja;
si estás pensando poner un perro en tu vida o añadir otro más a la familia, plantéate encontrar ese nuevo compañero en una protectora.

Plantéate si es tan importante la pureza de su raza o su pedigrí, o si lo que buscas realmente es establecer una relación ‘especial’ con tu nuevo compañero.

Por muy bien cuidados que estén los perros en el refugio, no tienen la oportunidad de establecer un verdadero vínculo con sus cuidadores ya que éstos suelen ir cambiando y, al ser adoptados, sienten que finalmente han encontrado a su verdadera familia y a partir de ese momento su fidelidad es total.